Meditación activa: Mueve el cuerpo, calma la mente
Cuando pensamos en meditación, solemos imaginar a alguien sentado en silencio, con los ojos cerrados y la mente en calma. Pero para muchas personas, especialmente quienes tienen una mente inquieta o un estilo de vida dinámico, quedarse quietos puede resultar un desafío. Aquí es donde la meditación activa se convierte en una poderosa alternativa: una forma de calmar la mente a través del movimiento consciente.
MINDFULLNESSMEDITACIÓN Y VIDAMEDITACIÓN
Victor Perez
8/3/20252 min read


¿Qué es la meditación activa?
La meditación activa es una práctica que combina movimiento físico con atención plena. En lugar de inmovilizarte, esta técnica te invita a liberar la energía acumulada en el cuerpo para luego alcanzar un estado de calma interior.
Es ideal para quienes sienten inquietud al meditar en silencio o buscan una práctica más dinámica y corporal.
Beneficios de la meditación activa
Libera tensiones físicas y emocionales acumuladas.
Calma la mente a través del movimiento consciente.
Mejora la conexión entre cuerpo y mente.
Aumenta la energía vital y la sensación de bienestar.
Favorece el flujo emocional y la expresión auténtica.
Ejemplos de prácticas de meditación activa
1. Caminata consciente
Camina lentamente, prestando atención a cada paso, a la sensación del suelo bajo tus pies y a tu respiración. Es una forma sencilla de meditar en movimiento.
2. Danza libre
Pon música suave o enérgica y permite que tu cuerpo se mueva libremente, sin coreografía ni expectativas. Siente cada movimiento y suelta las tensiones con cada gesto.
3. Ejercicios de sacudida corporal
De pie, comienza a sacudir suavemente todo el cuerpo: brazos, piernas, hombros, cabeza. Esto ayuda a liberar bloqueos energéticos y preparar el cuerpo para un estado de calma.
4. Yoga consciente
Practica una serie de posturas de yoga enfocándote en la respiración y las sensaciones corporales. No busques perfección, solo presencia en cada movimiento.
5. Respiración en movimiento
Coordina movimientos suaves con la inhalación y la exhalación. Por ejemplo, alzar los brazos al inhalar y bajarlos al exhalar.
Cómo comenzar una práctica de meditación activa
Elige un espacio donde puedas moverte libremente y sin distracciones.
Dedica entre 10 y 20 minutos a la práctica.
Sintoniza con tu cuerpo y permite que se exprese sin juicio.
Cierra la práctica con unos minutos de quietud, sentado o acostado, para integrar la experiencia.
Conclusión
La meditación activa nos recuerda que el movimiento también puede ser una puerta hacia la calma. A través de estas prácticas, no solo liberamos la mente de su ruido constante, sino que también honramos al cuerpo como un aliado en nuestro camino de autoconocimiento y bienestar.